Hoy desde aquí, tres dimensiones. Al horizonte algunas palabras que no hay que comprender, ascienden del mar como lo hacen algunas mariposas. Unas más perversas que otras, y otras muy inocentes, libres de toda culpa, tranquilas como el blanco a veces, ensordecedoras como el púrpura, tan inquietantes como el negro. Hoy, un balcón apacible, donde todo el mundo charla pero solo dos escuchan. De allí se copian las ideas más originales... y allí se hacen los sucesos futuros para terceros, cuartos y quintos. Allí se hacen también emocionantes historias de traiciones o momento para amantes. Es el lugar perfecto para especular o planear golpes, ja, golpes de estado, o atracos a bancos por gangsters muy torpes. Allí escribió un libro Whitman, allí estuvo de paseo una vez Cortázar y allí regresó Virginia Woolf, muertita de la risa. Es una ventana indiscreta, maravillosamente mágica. Del mar hacia abajo, historia de vampiros, abstemios algunos, otros aún ejercen y otros hacen doctorados. Del mar