Día #19 A un día de nimiedades. Música después del ocaso
Así están terminando mis 20 días de nimiedades. Me dí cuenta que la gran idea viene de la Resilencia. Que la escritura creativa viene del pensamiento asertivo... de no ser así, sería una escritura enferma... Me dí cuenta que sentir es la mejor influencia para todos, pese al dolor cuando el tren se va. Me detuve un instante al mirar al pelirojo en la otra estación. Pero después de un café, el petit rouge se me fugó entre a gente.
Poder decir Adiós, es crecer
Santa Elena 19 de octubre de
2015.
Es la una de la mañana, los
perros ladran. Duermes. ¿Duermes?. Pienso que duermes. Quisiera hablarte. Quise
decirte que Fellini preguntó por ti en la mañana y que no supe que contestarle,
luego se fue tras su ratón. Todavía lloro un poco y también tengo un poco de
gripe… entonces puedo decir cuando un recuerdo me asalta por ahí, cuando todavía me
persigue un beso tuyo o ese dulce “Crispy”: Uy esta gripe va a matarme… cuando
en realidad lo que va a matarme es la distancia.
Cuando estuve en España, mi
abuela murió. La distancia fue un dolor muy fuerte, fue un desprendimiento, fue
un desgarramiento, fue un desplazamiento, fue un adiós mortífero. Dolió mucho
la muerte de la abuela… yo morí un poco con ella. Y le dije a su ser alado:
Ahora eres parte del cielo. Cuando tu te fuiste, sentí un desprendimiento
similar, pero no entiendo ese dolor porque nadie ha muerto, porque estuve contigo en el cielo y ahora estoy en el mismo cielo sin ti.
Supongo que cuando
una ama a alguien, con todas las cosas puestas en el futuro, más que en el
instante, una crea un mundo. Supongo que después del Te amo y el Te quiero,
cuando llega el “Gracias, abrazo”… entonces un mundo muere. No sé si en verdad
pasó, si en verdad me amaste… no sé si yo me lo inventé, no sé si yo te
inventé. Es increíble como una persona pudo llenar tanto un espacio… tu eco
está en estas paredes… y como no te veo creo que lo inventé, luego te veo del
otro lado y estás sin estar, como si estuvieras en otra dimensión, como si
fuera Alicia mirándote desde el espejo.
Tu presencia se siente ya distante,
como las últimas ondas de un efecto dopler… ya distante entonces, quiero
recordar tu voz, pero entonces recuerdo tu número celular... y empiezo a desmenuzarlo en una cabalística incomprensible: 3 Inteligencia 00 Infinito 4 (Aire, tierra, fuego, agua) 6 La indecisión... y así hasta recordar que es solo un número celular... y logro despistar mi deseo de escucharte.
Pensé escribirte
cositas sencillas que no comprometieran nuestras posturas, cosas como: Te has
puesto a pesar si tu fueras un contrabajo y yo un violoncello, que música fue
la que hicimos juntos cuando hubo alegría, caricias, besos y tímidas
discusiones? Dónde se habrían puesto en esa partitura de experiencia, nuestros
silencios? Y entonces la lagrimita anime, porque no pude escribirte cositas… porque es un censo común de todo el mundo,
que te deje en paz, que decidiste irte, que debo tener dignidad, porque cuando
alguien no te quiere no te quiere, porque “entendelo Cris, el man se abrió, el
man te abrió”…
...y lloro porque me niego a sentir esto tan común a todos los
fines. Porque no te imagino en esa situación conmigo, porque me duele creer que
después de amar ya no se ame. No sé cómo hacerlo, como escribirte. Porque ya no
sé cómo te sientes, porque no me lo dices, porque no lo vas a decir. Porque
cuando me escribes, me escribes cosas que no se cómo interpretar, porque te
quiero mucho, y quiero hacerte reír… pero no aprendí cómo hacerlo. Hacerte
reír porque pienso que estás triste, pero también siento que son cosas que me
dices para alejarme. Pero We are the
champions.
Entonces me siento en la silla que tu me regalaste y empiezo a
escribir desde mi comando. Una historia, una bella. No quiero ser magíster en
historias que no he vivido. Quiero verte algún día y pensar: “Te amé con todo
el cuerpo, las ganas, el alma, con todo el tiempo y toda mi tristeza. También
te amé con toda mi felicidad". Y sentirme orgullosa de haberte amado. Así hayan
nuevas personas en nuestras vidas o hayamos decidido continuar solos. Y sentirme
orgullosa de haberte amado porque pueda aún ver, todo lo maravilloso que vi en
ti.
Para mi esta respuesta: gracias cris, abrazo. Sin mayúsculas, dice que
andas un poco de prisa. Pero también dice que guardas un poco de ternura. Eso
basta, para no lastimar el recuerdo de tu abrazo en la cocina. Pero recuerdo
que Fito dijo fuerte en su álbum beat: “Escribir con la birome palabritas en el
cielo”… entonces recuerdo que tengo un blog en la nube al que puedo contarle
esto y dejarte a ti sin mis palabras de montaña rusa, mis palabras ahora
confundidas entre el adiós y el buenos días. Te extraño mucho por las noches,
porque cambiaste mi rutina para escuchar música después del ocaso. Las baladas
cursis tomaron matices de rosa: Magenta, aquellas que te gustaban... y de allí al
resto el rosa Queen, rosa Gerorge Michel y rosa Elthon Jhon. Quebraste mis
copas, mis pocillos, pero Fellini quebró mi pocillo favorito y aún lo amo.
Alguien me dijo que la balada no sirve mucho para estos casos, que me colabore.
Pero creo que nada sirve para estos casos: voy del 400 golpes contra la pared
hasta el Ella va triste y vacía.. Sin
embargo sí hay algo que me hace sonreír… y es pensar en el pequeño ser que
viene. No estoy en embarazo. Mi cuñada tendrá un bebé. Y eso me hace sonreír,
porque siento buena energía llegando y yo te la envío desde mi silencio
preparado, ensayado, poco espontáneo. No te escribo, no porque no quiera ni porque
no me muera de ganas por hacerlo. No te escribo porque respeto tu silencio. Lo que
me hace llorar, es pensar que ya no quieras saber qué hay en el mío. Cómo en
los viejos tiempos.
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