Si algún día regresas Victoria
Despejó el camino de las sombras y se abrió paso entre la bruma. La angustia le opacaba los ojos y muy ocupada recogiendo sepias del piso, sentía resbalar unas cuantas lágrimas por sus mejillas, unas muy tristes, otras gloriosas, se pegaban al piso y se aferraban luego a las hojas de los árboles. Para olvidarse tal vez de que fueron lágrimas, o para ver de más arriba esos ojos que las hospedaba. Ella se marchaba, y Victor sumido en un profundo sueño no se enteraba. Podía sentirla tal vez entre las sábanas, respirando dulcemente. Su presencia fue tan fuerte que podía sentirla en su lecho en la distancia. Pero entonces su presencia, era la excusa de extrañarle. Victoria le observó angustiada la noche entera. Cada línea de su rostro, cada gesto, lo guardó amorosamente en la memoria y luego se fue.
Observó su frente que envejecía y se preguntaba a dónde iba? ella no podía sentirlo, a dónde se marchaba? qué lugares visitaba? a qué espacios se exiliaba? y envidió su paz. Cuando ella dormía le llevaba a cada lugar ¿Le habré abandonado yo en algún lugar del que nunca pudo regresar? No soportó la idea de no aguardarle, así pues que salió a buscarlo en otros rostros, en otras frentes, en otros ojos. Nada nunca compensaba ese dolor y Victoria regresaba siempre. Pero siempre se quedaba en el umbral, esperando a que notara su ausencia. Pero víctor continuaba dormido y en los pocos momentos que despertaba con las ideas confusas, dispersas, perdidas o inquietas, o claras, esbozaba "algo" en sus apuntes y volvía a dormir.
Uno de aquellos pensamientos que reposaba en la almohada, le advirtió quizá un día a Víctor que Victoria se marchaba. Ella sintió un vacío de espanto en su vientre. Nada les anunció qué tan solos quedarían.
Cuando Victoria se fue, se llevó con ella su presencia. Por eso cuando Víctor abrió sus ojos sintió su ausencia y lloró, pero no sabía por qué lloraba y salió como un loco a las librerías, a los bares, a los cines, a los parques, a las calles, a buscar algo que había perdido.
Observó su frente que envejecía y se preguntaba a dónde iba? ella no podía sentirlo, a dónde se marchaba? qué lugares visitaba? a qué espacios se exiliaba? y envidió su paz. Cuando ella dormía le llevaba a cada lugar ¿Le habré abandonado yo en algún lugar del que nunca pudo regresar? No soportó la idea de no aguardarle, así pues que salió a buscarlo en otros rostros, en otras frentes, en otros ojos. Nada nunca compensaba ese dolor y Victoria regresaba siempre. Pero siempre se quedaba en el umbral, esperando a que notara su ausencia. Pero víctor continuaba dormido y en los pocos momentos que despertaba con las ideas confusas, dispersas, perdidas o inquietas, o claras, esbozaba "algo" en sus apuntes y volvía a dormir.
Uno de aquellos pensamientos que reposaba en la almohada, le advirtió quizá un día a Víctor que Victoria se marchaba. Ella sintió un vacío de espanto en su vientre. Nada les anunció qué tan solos quedarían.
Cuando Victoria se fue, se llevó con ella su presencia. Por eso cuando Víctor abrió sus ojos sintió su ausencia y lloró, pero no sabía por qué lloraba y salió como un loco a las librerías, a los bares, a los cines, a los parques, a las calles, a buscar algo que había perdido.
Comentarios